20 de mayo de 2017

Musgaño patiblanco

Con mucha suerte, podríamos llegar a ver un Musgaño patiblanco (Neomys fodiens). Aunque los roedores tienen hábitos nocturnos o/y subterráneos que, en general, hacen que pasen desapercibidos para nosotros, entre los insectívoros se encuentran las musarañas (géneros Sorex y Crocidura) y los musgaños (género Neomys), que pueden llegar a ser sorprendidos a cualquier hora de día. No sucede lo mismo con los topos (género Talpa), de hábitos subterráneos como algunas especies de topillos, que a pesar de su nombre, tienen poco en común con los topos, ya que estos son insectívoros y los topillos, roedores. Si llegásemos a ver un musgaño o una musaraña, es muy difícil que pudiéramos identificar su especie si no conseguimos atraparlo para fijarnos en los detalles que los diferencian. En la fotografía, un Musgaño patiblanco (Neomys fodiens) entre la vegetación. En una guía de campo lo veremos pintado de color negro en sus partes superiores y casi blanco por debajo, pero en la realidad, esto es lo que veremos.
Esta vez hemos tenido suerte y hemos conseguido atraparlo y meterlo durante unos instantes en una bolsa de plástico para identificarlo. Efectivamente, así sí que parece un musgaño de libro: negro por arriba y se intuye que blanco por debajo. Pero enseguida nos encontramos con el siguiente problema: ¿Es un Musgaño patiblanco o un Musgaño de Cabrera (Neomys anomalus)? Leyendo los manuales de identificación, en principio, parece fácil. Sin nos fijamos un poco más en detalle, veremos que sus pesos y medidas se solapan, que caracteres, como el mechón de pelos que tiene este ejemplar detrás de los ojos, en unos textos los dan como exclusivos del Musgaño patiblanco y en otros textos como comunes a ambas especies. En este par de especies tan similares, afortunadamente, hay una característica que sí parece determinante. El Musgaño patiblanco tiene pelos largos en la parte inferior de la cola a lo largo de toda su longitud, que les sirve a modo de timón mientras nadan y bucean en los cursos fluviales y charcas donde viven, mientras que el Musgaño de Cabrera sólo los presenta en el extremo de la cola, a modo de pincel. En la siguiente fotografía se aprecia que los tiene a lo largo de toda la cola. Se trata del Musgaño patiblanco, la especie más común en el País Vasco, aunque también está presente el Musgaño de Cabrera.
Los topos sólo es posible verlos fuera de las galerías de las toperas cuando los progenitores expulsan de su territorio a las crías del año hacia el mes de agosto. Tanto el Topillo lusitano como el Topillo pirenaico excavan galerías subterráneas en las que pasan la mayor parte de su tiempo y, como en el caso de los topos, sus predadores aprovechan para capturarlos los momentos en los que sacan al exterior la tierra excavada en su red de galerías.

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